A menudo no forma parte del itinerario turístico, pero la montaña de Montjuïc en Barcelona merece una visita. En verano, la temperatura es unos grados más baja que la de la ciudad, y los numerosos parques y jardines son el sitio perfecto para ir de picnic. También hay diversos museos, la Fundació Joan Miró es impresionante, tanto por su edificio con influencias de Corbusier, como por su colección.
El paseo empieza en los Jardines del Grec, desde donde subiremos las escaleras del Generalife. Un vez arriba, dirigios hacia la izquierda, en dirección al jardín de las Esculturas de la Fundació Miró. Cruzadlo y caminad por la avenida de Miramar, también hacia la izquierda donde os encontraréis la salida del Funicular de Montjuïc y la estación del Teleférico. Un poco más arriba está la entrada de los jardines de Mossèn Cinto Verdaguer. Entrad y dad un paseo para después salir por el acceso que está un poco más arriba de por donde habéis entrado. Cruzad la calle de los Tarongers y justo delante tendréis la entrada del parque de Joan Brossa.
Caminad por sus senderos, siempre ascendiendo y hacia la izquierda hasta que lleguéis a la parte superior del parque, donde se celebra el Piknic Electronik. Allí salís a la plaza de la Sardana y dirigíos hacia los Jardines del Mirador de l’Alcalde. Subid en dirección al Castillo a través del camino de tierra, llamado camino del Mar, que discurre entre la carretera de Montjuïc y el bosque. No dejéis este camino hasta que lleguéis a la Caseta del Migdia.
Cruzad la explanada donde hay unas mesas de madera para pícnics y tomad los caminos que en zigzag se adentran en el bosque en dirección al Cementerio de Montjuïc. Antes de llegar al paseo de Migdia os encontraréis un minúsculo caminito de tierra que baja directo hacia el cementerio. Cogedlo y llegaréis hasta una zona con unos cuantos eucaliptos y unos cuantos árboles ‘convalecientes’. Seguid bajando hasta que veáis una de las entradas al cementerio. Un poco más allá veréis una gran rampa. Cogedla y dejaos seducir por las vistas del Mirador del Migdia hasta llegar al pequeño monte que hay al final del camino. Allí coged un camino muy pequeño que se adentra entre la vegetación en dirección al estadio olímpico y la torre de Telefónica.
Seguid recto. Cruzad un bosque de pinos y dejad a la derecha un mirador triangular hasta llegar a la calle del Foc. Cruzadla y justo delante encontraréis una especie de descampado elevado del que sale, hacia la izquierda, un camino de tierra que discurre paralelo a la calle de los Jocs del 92 y deja a la derecha el campo de softbol. Seguid hasta que os encontréis la avenida de l’Estadi, que cogeréis para llegar a la plaza de Sant Jordi. Una vez allí, girad a la derecha para seguir por la avenida dels Montanyans que tiene a la izquierda la Reial Societat de Tennis Pompeia y a la derecha, un poco más adelante, el Club d’Hípica la Foixarda.
Cuando la avenida haga una curva, cruzadla y os encontraréis las monumentales escaleras que dirigen al paseo de Jean Forestier. Ya habéis vuelto a la civilización, como os demostrarán los numerosos turistas que hacen fotos de las cascadas de agua que están justo debajo del Palau Nacional.
La mejor idea es alojaros en un apartamento en el barri de Montjuïc.