El que vive en Gràcia, es muy de Gràcia”. Seguro que alguna vez has escuchado esta frase. Y es que, para bien y para mal, la mayoría de las veces los grandes tópicos son verdades como puños. Efectivamente, los vecinos del barrio de Gràcia son lugareños de toda la vida (en buena parte de los casos) o, como mucho, recién llegados que se enamoraron de la zona y decidieron instalar aquí su residencia.

Gràcia se conoce cariñosamente como ‘el pueblo de Barcelona’ y es que, allá por 1820, era un municipio independiente segregado de Barcelona. Este pequeño pueblo estaba formado por una zona de masías agrícolas del Camp d’en Grassot. Muchos años después, el barrio tuvo que alcanzar un mínimo de calles obligatorias para ‘conseguir’ volver a ser una entidad propia con autonomía municipal, de ahí que actualmente muchas de las calles de la zona tengan un nombre y, de repente, en un cruce, dicho nombre cambie por otro.

A pesar de verse afectada por proyectos urbanísticos de dudosa efectividad que dividieron la población irremediablemente, Gràcia conserva hoy en día gran parte de la identidad y el activismo social que la caracterizó en sus inicios.

Uno de los atractivos más conocidos del barrio de Gràcia son sus fiestas mayores celebradas cada mes de agosto. Todo empezó como homenaje al patrón del barrio, San Isidro, cuyo día se celebra el 15 de mayo. Sin embargo pronto cambiaría la festividad hacia el 15 de agosto, fiesta nacional. A finales de 1890 se consolidó la tradición de decorar las calles del lugar hasta 1960 aproximadamente. A partir de entonces este modelo de celebración cae en desuso y apenas se decoran tres o cuatro calles. Tienen que llegar los años 80 para que se retome la movilización de vecinos asociados siempre en asambleas legalizadas organizando conciertos y bailes en las plazas.

La esencia del barrio, reivindicativo y solidario, no se olvida en ninguno de los motivos que se eligen para la decoración de las fiestas. Cada mes de agosto el barrio recibe a un buen puñado de turistas nacionales e internacionales pero también mucho público local se acerca ‘al pueblo de Barcleona’ para disfrutar del ambiente y la maravilla de sus calles.Visita obligaroria.