El centro de la ciudad de Barcelona es la Plaza Cataluña, pero para sus habitantes y también para la mayoría de los visitantes la Plaza Cataluña es un centro de reunión y de encuentro lleno de vida. Un punto emblemático de fácil acceso, cuenta con una de las estaciones principales de tren y metro así como de ferrocarriles y autobuses, y también con una amplia oferta de ocio, un gran centro comercial, tiendas de todo tipo y bares y restaurantes para degustar la magnífica gastronomía barcelonesa. Aunque has pasado mil veces por allí ¿Conoces la Historia de Plaza Cataluña?
Barcelona era una ciudad amurallada que se ahogaba en sus muros, en el exterior los pueblos cercanos como Gracia empezaban a llegar hasta la misma muralla, en aquella época, el espacio actualmente ocupado por la Plaza Cataluña era una explanada a las afueras de la ciudad situada delante de una de las puertas principales de la muralla. En esta explanada se situaban mercados al aire libre y empezó a ser un punto importante de actividad de la ciudad, así como un punto de comunicación desde donde salían caminos a los pueblos de los alrededores. Con el derrumbamiento de las murallas se empezó a construir la ciudad siguiendo el Plan urbanístico de Cerdà con el Eixample como principal punto de la ciudad, que contemplaba la plaza de les Glòries Catalanes como el centro de la ciudad, justo en el cruce de las principales arterias de la ciudad: la Diagonal, la Gran Via y la Meridiana, pero no incluía ninguna plaza donde ahora está Plaza Cataluña. En cambio, el Pla Rovira de 1859 sí que preveía una gran plaza en este punto y era el preferido por el Ayuntamiento y la burguesía.
La Plaza Cataluña se inauguró el 1927 por el rey Alfonso XIII, en su urbanización intervinieron varios arquitectos: Puig i Cadafalch, Pere Falqués y Francesc de Paula Nebot y escultores como Llimona, Subirachs o Clarà. En la Plaza, que ocupa una extensión de unas 5 hectáreas, se encuentra el monumento al presidente de la Generalitat Francesc Macià y seis grupos escultóricos que representan las 4 capitales catalanas, el trabajo y la sabiduría. Para la Exposición Internacional de Barcelona de 1929 se abrieron hoteles y apartamentos en Plaza Cataluña, así como teatros y bares de lo más lujosos de la ciudad que potenciaron la importancia de la Plaza.