Barcelona tiene un imán para el turismo. Su híbrido entre capital cultural con playas de arena cristalina la convierten en una ciudad mágica cuyo encanto es imposible resistir. Por eso, en las épocas de mayor afluencia de turistas, como los meses de verano, es habitual ver a la gente local buscando alternativas para escapar de vez en cuando del barullo de una ciudad que nunca duerme. Y estas alternativas no tienen por qué suponer un elaborado viaje alrededor de la península: también podemos realizar escapadas de un día en Barcelona.
Desde hace unos años se propone un turismo diferente, donde el viaje planificado y la abundancia de maletas son sustituidos por una mochila, una cámara de fotos y un viaje de ida y vuelta en coche o tren. Nosotros te vamos a proponer una serie de escapadas de un día en Barcelona para que conozcas rincones diferentes de un lugar tan hermoso, donde desconectar y volver a la ciudad con las pilas cargadas.
Mataró
A menos de cincuenta minutos en tren del centro de Barcelona nos encontramos con la capital de la comarca de Maresme. Situada junto al mar mediterráneo, este rinconcito costero presume de un clima cálido y agradable durante todo el año gracias a la influencia de su fabulosa playa.
En Mataró podemos encontrar la Casa Coli i Regàs, diseñada por Josep Puig i Cadafach. Patrimonio Histórico de España y Bien de Interés Cultural, este colorido edificio modernista es la atracción principal para los amantes de los lugares que parecen sacados de un cuento de hadas. En Mataró también tenemos la Prisión de Mataró, otro Bien de Interés Cultural, todo un alarde de imaginación arquitectónica; y la Basílica de Santa María de Mataró, también Bien de Interés Cultural y Patrimonio Histórico de España, donde podemos ver uno de los exponentes del barroco catalán mejor conservados.
Dedicar un día a pasear por las calles de Mataró nos permitirá descubrir la historia que se esconde detrás de una pequeña ciudad que nació como colonia del Imperio Romano. En ella se mezclan el modernismo con la tradición a través del mercado modernista o La Nau Gaudí, el primer edificio diseñado por este genio catalán.
Sitges
El turismo se dispara cuando tiene lugar el archiconocido Festival de Cine de Sitges, pero, una vez termina, la gente suele olvidarse de este hermoso rincón situado en la costa del Garraf. La calidad de sus infraestructuras turísticas ha convertido a Sitges en el lugar preferido para congresistas y empresarios, pero su magia va mucho más allá.
Considerado uno de los principales destinos del turismo LGTB+ en España, Sitges no tiene nada que envidiar a la famosa ciudad de Santorini, en Grecia. El blanco y el azul se convierten en el paisaje principal de esta ciudad costera a la que es muy fácil llegar en transporte público: sólo cuarenta minutos de tren separan a Sitges de Barcelona.
Sol, playa y cultura. Sitges cuenta con todos los elementos para convertirse en la escapada perfecta para un día de desconexión. Quien quiera relajarse podrá tumbarse en las arenas de su costa para disfrutar de un soleado día en la playa de Sant Sebastià. Pero quienes aboguen por el turismo cultural encontrarán maravillas modernistas como la Casa Farratges, la Casa Pilar de Parellada o la Casa Josep Sunyer. Pero el diamante en bruto de Sitges es el Palau De Maricel, un emblemático palacio novecentista construido para el millonario americano Charles Deering.
Terrassa
Terrassa supone un choque considerable teniendo en cuenta el turismo cultural que veníamos comentando. Situada en la comarca del Vallés Occidental, a cincuenta minutos en tren desde Barcelona tenemos esta ciudad industrial alejada del radar turístico. Sin embargo, visitar Terrassa en una escapada nos permite conocer rincones realmente interesantes de esta ciudad a veces olvidada.
En la arquitectura de Terrassa podremos observar una amplia variedad artística de distintos ámbitos y períodos, desde el romano hasta el arte conceptual, pasando por el románico de Bizancio, el gótico y el modernista catalán. Lugares como la Masía Freixa suponen un interesante punto de vista diferente a la arquitectura: un edificio modernista del cual destacan sus arcos catenarios inspirados en la obra de Gaudí, así como sus bóvedas.
Vallromanes
No todo el turismo tiene que moverse alrededor de una ciudad. La manera más sencilla de acceder a este pequeño municipio es por carretera y, después de un viaje de cuarenta minutos en coche, nos encontraremos con un pueblecito de la comarca del Vallés Oriental que se extiende por la vertiente noroccidental de la sierra de Sant Mateu, en la Cordillera Litoral.
En el pueblo de Vallromanes podremos visitar la plaza de la iglesia o la iglesia parroquial de San Vicente, pero lo que realmente nos llamará es su estilo de vida relajado en sintonía con la naturaleza. Vallromanes es un destino ideal para los amantes del senderismo, pues está repleto de rutas fáciles para quienes busquen un paseo tranquilo y difíciles para los más aficionados.
A través de estas rutas conoceremos la famosa roca foradada de Vallromanes, que supone el resto arqueológico más antiguo de este pequeño pueblo. Ésta es una enorme roca con un llamativo agujero en su centro donde podremos tomarnos la típica foto sentados en el interior de esta roca.
Vemos que no es necesario planificar un viaje muy elaborado que nos obligue atravesar todo un país o un continente para conocer la historia y la cultura. Muchas veces, los lugares que menos conocemos son aquellos donde estamos todos los días, pues siempre llama mucho más la atención visitar aquellas zonas que se antojan lejanas y que parecen tan fantásticas en comparación con nuestro hogar. Pero sólo hace falta investigar un poco para descubrir que cada lugar esconde una magia especial digna de ser descubierta.
Estas escapadas de un día en Barcelona son idóneas para realizarlas de forma individual, en pareja o en familia. Niños y grandes conocerán mucho más de la cultura y la historia que hay detrás de un lugar tan rico como Cataluña y quedarán fascinados con la cantidad de edificios y rincones mágicos que hay tan cerca de Barcelona. Ya sea para desconectar o para conocer más de nuestra propia cultura, estas escapadas serán un punto y aparte en nuestro diario de viajes.